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Sociales | 14 mar 2019
Caleta Olivia
El Carnaval jujeño en la ciudad del Gorosito, una celebración ancestral para bailar y agradecer
Se pide permiso a la Pachamama y junto con el diablo se desentierra la alegría.
En la imagen la nueva comisión que van a organizar el Carnaval 2010
Durante nueve días, las comparsas desataron un jolgorio en la zona alta de chacras, desarrollando una fiesta cargada de simbolismos religiosos.
Lorena Farfán, participante del carnaval jujeño, expresó que culminó el tradicional carnaval norteño se puede jugar con harina, albahaca y "la vacuna", que consiste en una bebida de gaseosa y vino con limón, esta bebida se comparte con el público.
A raíz de la cantidad de jujeños que habitan en nuestra comunidad nace esta propuesta de replicar el carnaval aquí.
Farfán, destacó que se está gestando el centro de residentes jujeños en Caleta, para poder realizar todas las festividades del norte.
Expresando toda la alegría del carnaval, esta comparsa invita al baile a llevarse en zona de chacras.
El 2 de Marzo, tras nueve jornadas de fiesta, el demonio rojo, su alegría y travesuras dirán adiós hasta el año siguiente. "Ese día, los diablos recolectan carnes, arroz, verduras, todo lo que el pueblo quiera darles para que sobrevivan el año que van a estar enterrados. Van pidiendo en las verdulerías, carnicerías, la gente sale de las casas para entregarle comida. Es muy fuerte verlo, porque el diablo no se quiere ir y por eso llora", relata la referente de los Jujeños.
Luego de recibir esas donaciones, las comparsas se dirigen nuevamente a su mojón. "Es muy doloroso despedir al Carnaval porque quiere decir que comienza otro año de trabajo.
Somos un pueblo agricultor y ganadero por eso cuando termina la cosecha, se festeja y luego se despide esa alegría alborotada para volver a las actividades cotidianas", finaliza Lorena Farfán.
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